El partido resultó mucho más complicado de lo previsto ante un rival de la zona baja.
El equipo saltó al campo con un ritmo muy por debajo de lo habitual, y eso se notó desde el inicio.
La circulación era lenta y con pocas ideas, permitiendo al contrario crecerse.
Aun así, generamos numerosas ocasiones claras.
Pero la falta de puntería fue la gran protagonista.
El rival aprovechó una de sus pocas llegadas y se adelantó en el marcador.
Ese gol nos obligó a reaccionar.
Tras el descanso, el equipo salió con otra actitud.
Aumentó la intensidad, ganó metros y empezó a imponerse en el juego.
El empate llegó a los 5 minutos del comienzo de la segunda parte.
Con el 1–1, el partido se convirtió en un asedio constante hacia su área.
Sin embargo, las ocasiones seguían desperdiciándose.
Todo parecía encaminado al empate.
Pero en el último minuto apareció la jugada decisiva en la que logramos el 2-1 y tres puntos tan sufridos y valiosos.